Estamos acostumbrados a que las fiestas en general, y las infantiles en particular, sean un derroche de chucherías dulces y saladas, frituras y refrescos. Más de un niñito termina empachado de tanto dulce en tan pocas horas. Y sin embargo, siempre se ofrece este tipo de alimentos en las fiestas de los niños, ya sea porque es muy fácil comprarlos y servirlos o porque sentimos temor a que a los chamos que estamos invitando no les gusten otras opciones un poco más saludables.
Lo cierto es que con una presentación creativa podemos ofrecer pasapalos saludables que permitan que nuestros niños coman alimentos nutritivos y sabrosos en las fiestas sin excederse en el consumo de alimentos ricos en azúcar y colorantes.
¿Qué opciones podemos considerar?
• Una tizana de frutas
• Pinchos de frutas con chocolate
• Ponquecitos de cambur, zanahoria y auyama
• Bar de yogur
• Hamburguesitas y pizzas (son mejores opciones que los pasapalos fritos y chucherías saladas de bolsita. Y aunque los tequeños sean infaltables, trata de moderar la cantidad y evita agregar salsas).
¡Mientras más vistosa y creativa sea la presentación más provocativo se verá lo que sirvas!
Otro dato: recuerda llevar a tu chamo comido a la fiesta. Si está muerto de hambre lo más probable es que caiga en excesos.
Niños que comen el perrocaliente sin el pan.
En la consulta he escuchado historias de personas que han contratado carritos de perrocaliente para las fiestas de sus hijos y muchos niños solo se comen la salchicha sin el pan. ¿Por qué está pasando esto?
Es posible que la satanización generalizada de los carbohidratos esté influyendo en el hecho de que los niños rechacen incluso el pedazo de torta después de cantar cumpleaños “porque mi mamá dice que tanta harina engorda”.
¿Desde cuándo es más sano comer salchicha que comer pan?
Es importante que como padres revisemos esas creencias y la percepción que tenemos sobre los alimentos, combatamos mitos y tomemos decisiones basadas en asesorías nutricionales serias y profesionales. El pan es un alimento saludable, nutritivo y los carbohidratos son la gasolina del cuerpo, por lo tanto no debemos temerles (los niños menos que nadie) y debemos incluirlos en nuestras tres comidas principales. Lo importante, como siempre, es cuidar las porciones.