Sí, es natural pero la realidad es que es uno de los menos saludables por su alta respuesta glicémica. Desmitifiquemos la semejanza de natural y saludable.
Es una cuenta bien sencilla: una naranja tiene cerca de 15 gramos de azúcar y para hacerlo, no utilizan una sola naranja, sino tres o cuatro. Así que destáquense en matemáticas y saquen la cuenta: 15 x 4 = 60 gr de azúcar; eso es más de lo que tiene un refresco.
Sí, la gente dice: “el refresco es peor”, pero no, es igual de malo.
No voy a decir cuál es mejor o peor porque son igual de malos o poco saludables, y sé que a muchos no les va a gustar esto que estoy diciendo, pero es la realidad.
Ya es conocido y las grandes sociedades internacionales como la Sociedad Americana de Diabetes (ADA) lo ha estado publicando desde hace unos cuantos años, que los jugos de frutas son tan dañinos como un jugo pasteurizado o un refresco. Por eso es muy importante no consumirlos con tanta frecuencia, no les voy a decir que más nunca lo tomen pero hay que evitar el consumo diario.
Cuando comemos la fruta entera, obtenemos fibra y ella encapsula los excesos de azúcar, retarda su absorción y la hace más lenta, por lo que al final se absorben menos gramos de azúcar que cuando la tomamos en un jugo.
Al licuar o exprimir la naranja, queda disponible una gran cantidad de azúcar y el cuerpo en menos de 15 min, absorbe toda esa azúcar y la almacena en la sangre.
Hay que desvincular dos palabras: natural de saludable. No todo lo que es natural es saludable. Y para lograr que la ingesta de frutas sea saludable, elígela entera y descarta los jugos.
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Ariana Araujo Tovar
Nutricionista y creadora del Método COMA