El ayuno tiene sus defensores y sus detractores. Muchas personas afirman que desintoxica el cuerpo o que ayuda a bajar de peso saludablemente, cuando la realidad es que existen muchos mitos sobre el ayuno intermitente que no necesariamente están apoyados médicamente.
Como ya hemos hablado acerca de los beneficios y consecuencias de esta práctica, es hora de conocer si estos mitos sobre el ayuno intermitente son sustentados o solo rumores.
Mito: cualquier persona puede ayunar
Este es uno de los mitos sobre el ayuno intermitente que no solo son falsos sino que requieren de mucha vigilancia. No todo el mundo puede someterse a ayunos intermitentes y, en caso de que cualquier persona decida someterse a esta práctica, debe hacerlo bajo supervisión médica.
Algunas de las personas que no pueden practicar el ayuno bajo ninguna circunstancia son:
- Personas con diabetes insulinodependiente tipo 1.
- Embarazadas o mujeres en lactancia.
- Personas que sufran o hayan sufrido trastornos de comportamiento alimentario, insuficiencia hepática o renal.
- Personas que estén tomando medicamentos para la pérdida de peso como metformina o victoza.
- Personas con hipertensión.
Mitad mito: el ayuno desintoxica
El éxito del ayuno como mecanismo de “desintoxicación” parte del hecho de que el cuerpo entra en estado de emergencia (porque así se siente al pasar tanto tiempo sin alimento) y utiliza sus funciones extremas. De los mitos sobre el ayuno intermitente, este es el más común.
Quitarse cualquier comida irremediablemente lleva a la pérdida de peso, pero existen formas más amorosas y duraderas que esta. El ayuno suele involucrar, además de la pérdida de peso, mala digestión (al ingerir una comida tan pesada como el almuerzo después de tantas horas sin comer) y un estado de malnutrición que a la larga puede generar complicaciones metabólicas y propiciar la aparición de patologías como la osteoporosis.
Realidad: el ayuno propicia la deshidratación y la pérdida de masa muscular
El agua es fundamental para nuestro cuerpo. A través de ella vivimos, respiramos, pensamos, regulamos la temperatura corporal y eliminamos toxinas. Sin embargo, entre los mitos sobre el ayuno intermitente también se dice que, cuando se practica, debe procurarse no tomar mucho líquido para que la balanza indique menos peso.
Esto trae como resultado la deshidratación: el cuerpo pasa mucho tiempo sin tomar agua mientras dormimos, y si sumamos el ayuno, lo ponemos al extremo.
En caso de practicar alguna actividad física, el azúcar también es fundamental. El cerebro toma su energía de ella, y gran parte la obtenemos de los alimentos. Cuando pasamos muchas horas sin aportarle energía a nuestro organismo, lo primero que hará será sustraer la que guardamos en los músculos y a través de vías metabólicas para producir glucosa a partir de la grasa corporal, disminuyendo su tamaño.
La manera más efectiva de disminuir el porcentaje de grasa es aumentando la masa muscular y, para lograrlo, la alimentación adecuada, variada y equilibrada es fundamental. Comprobar todos esos mitos sobre el ayuno intermitente que oímos a diario es fundamental para una nutrición balanceada y cuidadosa.
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Ariana Araujo Tovar
Nutricionista y creadora del Método COMA