Hace unos días desde BBC me contactaron para compartir algunas recomendaciones sobre cómo reducir costos a la hora de comprar alimentos. Así que por aquí te las comparto. Una familia promedio latinoamericana gasta en comida entre el 25% y el 40% de su presupuesto mensual, de acuerdo con cifras oficiales de cada país.Por la pandemia y por la invasión a Ucrania, la inflación ha repuntado muchísimo ¿Cómo hacer para gastar menos en alimentos en tiempos de inflación? Aquí te cuento:
Cocinar: Comprar en la calle no es lo más conveniente para el bolsillo. Además, no sabemos qué ingredientes se utilizan ni cuál es la calidad.- Comer lo justo: Muchas personas comen más cantidad de alimentos de la que requiere el organismo.
- Sustituir ingredientes o platos completos: Determinados productos básicos aumentaron de precio en la mayoría de los países latinoamericanos. Se pueden buscar sustitutos que sean nutricionalmente equivalentes o similares, pero que no se hayan encarecido tanto o incluso hayan bajado de precio.
Por ejemplo, en el grupo de las proteínas se encuentran la carne de res y de cerdo, pollo, pescado, leche, quesos, huevos, frijoles y lentejas. La carne de cerdo es la que, en general, subió menos en los últimos 12 meses en América Latina. Los frijoles, en cambio, no subieron tanto e, incluso, están más baratos que hace un año en algunos países. 
Planificar las compras: Hacer un menú y saber qué hay que comprar antes de ir al mercado es clave para el ahorro. En el caso de vegetales y frutas pueden encontrarse un poco más económicos en ferias o mercados a cielo abierto. Buscar frutas y vegetales de temporada o estación.
Por otra parte, a veces, hay productos que en el pasillo de congelados se encuentran más baratos que los frescos. Se pueden comprar siempre y cuando no tengan aditivos o agregados.- Aplicar técnicas de conservación: Comprar cuando los alimentos están más baratos y congelarlos. Pueden ser tanto carnes como la mayoría de los vegetales y frutas.
Optar por segundas marcas o marcas blancas, que son aquellas genéricas de la cadena de supermercados y que pueden llegar a ser más saludables porque, para abaratar costos, no utilizan determinadas grasas o azúcares. Eso sí, hay que leer muy bien las etiquetas.
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Ariana Araujo Tovar
Nutricionista y creadora del Método COMA