Muchos son los mitos que rodean a la alimentación saludable. Algunos piensan que solo se trata de comer ensaladas. Otros creen que para comer sano hay que pasar hambre. Y algunas personas piensan que una alimentación equilibrada equivale a renunciar al sabor. Nada más alejado de la realidad. Sigue leyendo y aprende a comer más sano en pocos pasos:
• Todos los grupos alimenticios son importantes. El pollo, la carne y el pescado son tan importantes como el pan, la pasta y el arroz; y estos últimos son tan vitales como los vegetales y las frutas, que a su vez le aportan tanto valor al organismo como las grasas saludables. Privilegiar un grupo de alimentos sobre otros es un error. Un plato balanceado debe combinar en proporción similar carbohidratos, proteínas, vegetales y frutas, pues cada grupo le brinda un aporte particular a tu organismo.
• Una alimentación variada te nutrirá mejor. Además de equilibrar tu plato, planifica un menú semanal que te permita combinar diferentes alimentos. Mientras más variado sea tu menú, mayor cantidad de nutrientes absorberás. De este modo combatirás la monotonía en tu alimentación.
• Modera el consumo de todo lo que sea procesado. Reduce el consumo de chucherías, dulces, enlatados, embutidos, refrescos y jugos envasados. La mayoría de estos alimentos solo te aportan calorías vacías que no te alimentan y aumentan tu riesgo de sufrir sobrepeso, obesidad y otras dolencias asociadas.
• El modo de cocción importa. Mejor asado, al vapor, a la plancha que frito. Las frituras le suman exceso de calorías a tu plato y elevan tu colesterol.
• Las grasas, que sean saludables. El consumo de pescados como el atún, el salmón y las sardinas, así como el aguacate y el aceite de oliva te aportan grasas sanas que le brindan numerosos beneficios a tu salud en general y particularmente a la cardiovascular. Sin embargo es importante que sepas que estos beneficios se obtienen con una pequeña cantidad de grasas y que los excesos solo harán que aumentes de peso, por ello decimos: ¡de lo bueno poco!
Incorpora poco a poco pequeños cambios en tu alimentación y verás que en poco tiempo comienzas a ver la diferencia en tu salud, peso, niveles de energía y ánimo. Una inversión que te reportará beneficios desde ahora y para el resto de tu vida.