Alimentación al emigrar

Adaptarse a lo desconocido: alimentación al emigrar

Alimentación al emigrar

Emigrar puede ser un cambio fuerte para cada uno de nosotros y, a pesar del sinfín de diligencias, tareas y pasos asociados con el proceso migratorio, es necesario mantener una buena alimentación al emigrar.

Dependiendo de cada uno de los países a los que emigramos y bajo qué condiciones lo hagamos, cada persona tiene distintos requerimientos y necesidades, por lo cual es importante tener reglas establecidas para mantener buenos hábitos de alimentación al emigrar.

Planificación y reinvención

Si bien es cierto que el emigrante debe adaptarse a la cultura de su nuevo país de residencia, existen países y culturas con hábitos alimenticios que no son los más saludables, especialmente cuando hablamos de los más pequeños de la casa. Debido a la situación precaria de Venezuela, es fácil llegar a un país y prescindir de una buena alimentación al emigrar, debido a que todas la variedad y cantidad de productos que antes no teníamos disponibles se nos puede hacer tentadoras, y esto es lo que principalmente debemos evitar. 

Más que dolerle al bolsillo del emigrante, caer en estas tentaciones puede perjudicar la salud, debido a que los alimentos no se procesan de la misma forma a nivel global y existen casos, como el de Estados Unidos, en el que se resulta complicado conseguir fuentes alimenticias orgánicas que sean más naturales y similares a las de nuestro país. Por esto mismo, es una buena opción planificar un presupuesto para comer proteínas y lácteos 100{c0cfe86cb0836aa7786c8bfa52b26d0d0eda80058191deb76f2a022e59b46e39} orgánicos, debido a que estos son los que se ven más afectados en el proceso.

Los lácteos descremados y los vegetales son siempre una buena opción para mantener una buena rutina de alimentación al emigrar, y aportan gran parte de los nutrientes que el cuerpo necesita para funcionar de una forma óptima.

Horarios alimenticios

Hay lugares donde las comidas no se vean representadas de la misma forma que en nuestro país. Por ejemplo quizás las cenas pueden ser más pesadas, mientras que los almuerzos pueden ser más ligeros. Es buena idea siempre determinar qué tipo de costumbres podemos retener de nuestro país para mantener nuestros horarios alimenticios.

Un buen ejemplo de esto es el uso de harina de maíz en las comidas. Siendo este un producto que puede encontrarse en los supermercados a nivel global, existe la posibilidad de que podamos hacer platos como arepas a conveniencia para cubrir desayunos y cenas, para así poder mantener nuestro comúnmente pesado almuerzo y evitar problemas en la cena cerca de la hora de dormir.

Emocionalidad

Si bien sabemos que todos estos factores que influyen sobre la creación de buenos hábitos de alimentación al emigrar son prácticos y estáticos, no es aconsejable ignorar del todo el ámbito psicológico. La ansiedad de emigrar puede llevarnos a comer en exceso o enfrentarnos a situaciones en las que, ya sea por recursos económicos o por alguna otra razón, la comida que ingerimos no es la más saludable. 

Para solventar esto es importante hacer compras inteligentes y poco a poco construir nuestro propio estilo de vida culinario en un país en el que sí existen las oportunidades para cubrir nuestras necesidades alimenticias básicas con productos de calidad. Incluso con un bajo presupuesto, podemos lograr dividir lo que debe ser más costoso y orgánico (carnes, lácteos) y los productos por cuyo procedimiento no debe preocuparnos tanto (pastas, pan, vegetales). Utilizando todos estos consejos podremos sin duda crear buenos hábitos de alimentación al emigrar.

Si deseas asesorarte para reorganizar tu dieta según las especificaciones del lugar en el que vives, en Método Coma podemos ayudarte. Contáctanos a través del correo info@metodocoma.com.

 

Ariana Araujo Tovar

Nutricionista y creadora del Método COMA

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